Semáforo ROJO
El mundillo otaku está de enhorabuena, pues Naruto, que ya fue un bombazo a principios del nuevo milenio, ha regresado de la mano de Selecta Visión y Netflix.
Sin embargo, dado que el mundo del manga japonés eleva el concepto de “target” a cotas con las que aquí no podemos ni soñar, es una serie completa total y absolutamente dirigida a chicos (varones) jóvenes, y por tanto su mucha violencia y el hacer sonar casi todas las alarmas del filtro de género hacen que no sea recomendable para peques.
Si tu hijo tiene más o menos entre 11-14 años, seguramente flipará con esta serie, pues es una especie de mezcla entre Dragon Ball y Caballeros del Zodiaco, con ninjas que van de naranja chillón, técnicas secretas y prohibidas que todo el mundo conoce y utiliza (pero muy alucinantes, eso sí), estereotipos a mogollón, unos malos molones y un ritmo frenético bien acompañado por una banda sonora adecuada.
En este sentido, si no ves mal que tu hijo consuma una serie que potencia el prototipo de machote y en la que las chicas están bastante de adorno pese a que de cuando en cuando salga alguna luchadora fuerte, lo mejor es que tendrá serie para rato, porque son unos cuantos capítulos. Llegado este caso, haz hincapié en los puntos positivos de la serie, como la amistad o la perseverancia.
Mentiríamos si dijéramos que por aquí por redacción no la disfrutamos en su día, pero lo dicho, desde el punto de vista paterno no pasa los filtros.