Semáforo ÁMBAR
Así, a modo de resumen rápido, podría calificarse como unos Goonies actualizados.
Familia urbanita que llega a la paradisíaca Hawaii, donde los hijos se aburren mientras la madre intenta resolver unos problemas con su padre (el abuelo de la prota). Dicha protagonista encuentra una especie de diario pirata contando cómo (y dónde) escondieron un tesoro, y allá que se va a buscarlo (con algunos amigos).
La historia es en sí sencilla y llevadera, y a los peques no les supondrá problemas. Incluso tiene detalles que les parecerán muy divertidos. Además aprenderán algo de la cultura hawaiana, que está metida a presión, casi como en esas películas españolas en las que pone dinero alguna Comunidad Autónoma y te meten los regionalismos de la misma sea como sea para que los veas bien y te quede claro lo chachi piruli que es esa CCAA.
En realidad, aunque como decimos la peli es bastante infantil y de las de aventuras más o menos amena, hay algunas cosillas que nos han llevado a ponerle el semáforo ámbar, como el que la historia en sí no deja de ser el relato de cómo la prota desobecede a todo el mundo y hace algo que sabe que está prohibido, o que tiene algún que otro cliché de género bastante casposo, sin olvidar las altas dosis de estereotipos y cultura norteamericanos (final moralista sentimentaloide incluido).