Semáforo ROJO
Roblox es en realidad una página/sitio/aplicación donde se aglutinan una gran cantidad de juegos. Seguro que si te pones a buscar al final encuentras alguno constructivo y/o educativo (por ejemplo, uno llamado Adopt me es en esencia un Tamagotchi actualizado), pero todos los que nos han dicho, comentado, o que hemos visto, eran de índole violenta (por ejemplo Piggy), la mayoría además con escenografía sangrienta.
A eso se añade el nulo control, porque aunque hay mucho texto muy bonito con mucho aviso a padres y mucho blablabla, el caso es que hemos comprobado de primera mano que no hay ningún tipo de comprobación respecto a la edad que pones al darte de alta/registrarte (necesitas hacerlo si quieres jugar).
Aparte, para tu avatar/personaje hay un montón de opciones de personalización, algunas gratis, pero otras cuestan dinero del juego (robux), que se puede obtener jugando pero también comprándolo con dinero real, una opción peligrosa en manos de peques porque para jugar necesitas estar conectado a internet.
También hay que decir que el juego requiere equipos relativamente potentes. Hemos probado en móviles, tablets y ordenadores (aunque no se puede usar en Linux), y hemos visto que en equipos de ya algunos años sin una tarjeta gráfica decente y dedicada, las transiciones suelen ser lentas y los personajes se mueven casi a saltos. En equipos modernos no habrá ningún problema (o no debería).
Si añadimos que la opción de chat está muy activa, y que por tanto cualquier jugador puede en principio ponerse en contacto con otros (hay opciones de seguridad, pero de nuevo nos inspiran poca confianza y de hecho ha habido varias denuncias de acosos a menores o incluso de personajes haciendo «cosas» a otros en el propio juego, a nosotros mismos, en uno de los juegos más inocentes, alguien por el chat nos propuso dormir en su casa (ignoramos si se refería a la casa del juego o la cosa iba más allá)) queda clara la razón de que al tan popular entre muchos jóvenes Roblox le pongamos un bonito semáforo rojo. Quizá se pueda probar a jugar tú con tu prole para así interesarte por lo que les gusta, parecer más enrollado y todo eso, encontrando algún juego aceptable, pero desde luego para dejarlos solos no lo recomendamos ni por asomo.