Semáforo ROJO
Hoy se estrena la tercera temporada, así que como buenos frikis en redacción nos hemos pegado una mega maratón en los últimos días aprovechando que son solo dos temporadas (y cortitas) y la tenemos fresquita para comentar.
Al fin y al cabo, no sería la primera serie “de éxito” que en parte debido a su fama acaba siendo consumida por peques. Cosa que desaconsejamos.
Vamos a ver, la serie está muy bien, la primera temporada es magistral, recombina un montón de clichés y adereza con un toque de nostalgia ochentera dando un resultado excepcional. La segunda es más flojita y muy previsible, pero como ya te has encariñado con los personajes se le perdona. A ver la tercera.
Peeeeero, por mucho que tú la puedas disfrutar como adulto, no la acabamos de ver adecuada para los peques. Es cierto que los principales protagonistas son niños, y que es muuuuuucho más juvenil que otras series de éxito, especialmente desde que Juego de Tronos puso de moda la violencia salvaje y el sexo muy explicito, pero sigue teniendo ciertos elementos que no vemos claros para los más jóvenes, empezando por las escenas de miedo o tensión y terminando por las tristes, pasando por ciertas dosis de violencia, lenguaje no muy adecuado y ciertos escarceos sexuales con unos estereotipos de género muy marcados al estar la serie ambientada en los 80.
Pese a todo, si se la pones a tus peques, puedes aprovechar para tratar el tema del acoso (a los protas les pegan los abusones por ser unos frikis), la igualdad (se deja entrever que con alguno de ellos se meten además por ser “mariposón”), las desigualdades sociales (muy contrastadas entre los dos “novios” de la chica), la amistad (muy fuerte, inocente y de las muy bonitas), el amor… Vamos, que tiene muchas cosas buenas, si la serie no fue un éxito por nada, pero es eso, que las cosas no tan buenas en este caso creemos que pesan más en la balanza.
Quizá en la adolescencia, pero con menos de dos cifras en la edad casi que no.
Edición posterior: Vista la tercera temporada. No nos ha gustado tanto como la primera, pero sí más que la segunda. Es en general más divertida y menos oscura, aunque empieza a tener demasiados personajes y se le ve un poco el plumero con la publicidad «encubierta».