Semáforo ÁMBAR
Aunque indudablemente tiene al público infantil como objetivo, esta película de 2018 y de carácter fantástico tiene algunas cosas que nos hacen dudar. Nos cuenta cómo un niño cuyos padres acaban de morir se va a vivir con su peculiar tío, que resulta ser un mago.
En la parte buena tenemos el, pese a todo, final feliz, y además es una historia que se puede utilizar para analizar las relaciones de nuestros hijos con sus amigos, ya que hay un personaje que en un principio parece bueno pero que luego se descubre como hipócrita, interesado y superficial. También se puede tratar el bullying o el segregar según seas o no “guay”. Para terminar, refuerza la idea del ser fiel a ti mismo, aunque seas “diferente” y el no encajar pueda ocasionarte problemas.
En la parte mala, los más pequeños y/o sensibles quizá no se sientan cómodos con el hecho de que varios familiares de los protagonistas hayan muerto, o con algunas escenas “tensas” o “de miedo” del film.
Sin embargo, no hay nada que realmente haga saltar nuestros filtros más allá de algo de violencia, es simplemente la impresión de que a algunos peques podrían no acabar de gustarles ciertos momentos de la película.
Salvando las distancias, podría compararse con Harry Potter: Un niño normal que de pronto descubre el mundo de la magia y acaba teniendo que lidiar con un malo muy poderoso. Si tu peque llevó bien la primera y segunda películas del famoso niño mago, esta debería ser apta, ya que es muy del estilo.