Semáforo ROJO
Para adolescentes quizá, pero para pequeños la vemos demasiado surrealista. Es cierto que en redacción le tenemos un especial cariño porque es la única serie que hemos visto empezando por el final (la descubrimos un día gracias a su música en lo que era un maratón de capítulos que evidentemente eran el final de la serie, nos llamó la atención y poco a poco los fuimos viendo entera), pero eso no impide que objetivamente no la veamos adecuada.
No es que esté mal, pero al estar repleta de situaciones absurdas en las que cada dos por tres aparecen espíritus, seres cósmicos y dioses creemos que puede confundir a los pequeños. Además tiene violencia, actitudes poco recomendables (comida basura, videojuegos…), personajes menos recomendables todavía (los protagonistas son lo más irresponsable que existe), algunos capítulos con tonteo sexual en la fase amorosa de Mordecai, muchas referencias a la llamada «cultura pop», tópicos a cascoporro… Vamos, que no pasa los filtros.
Eso sí, como hemos dicho, tres puntos a la música, no sólo por la propia, que es muy buena, sino porque está repleta de canciones míticas (la de Karate Kid, la del Guitar Hero…).
Además es una de esas series que tiene un final final, no simplemente un episodio que es el último, sino que es un “capítulo final” en toda regla.